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domingo, 4 de septiembre de 2016

LA RAZÓN DE LAS PALABRAS, José de Guardia de Ponté, Salta, Argentina


Imagen provista por el autor




LA RAZÓN DE LAS PALABRAS

Del latín “parabola” y ésta del griego παραβολή (parabolê) que proviene del prefijo πάρα- (“al lado”) y βολή (“lanzar”). Todo junto adquiere el significado de “comparar” (lanzar o poner al lado de algo para compararlo). También "parábola" se usa como término en geometría y en física relacionado a la curva que se produce cuando se lanza un objeto hacia un punto y es atraído por la fuerza de gravedad.
En este artículo no pretendo hacer un trabajo de lingüística o semiótica, simplemente me atreveré a jugar un poco con este bello concepto que definitivamente nos define como seres humanos.
La "palabra" es un signo lingüístico y como tal cuenta con un significado y un significante, El significante es la forma material, el significado es la imagen mental (el concepto que este representa), que varía según la cultura. Estos dos conceptos pueden confundirnos, pero si los aplicamos a un ejercicio podremos facilitar su comprensión. Escribimos el significante “LAZO NEGRO”, pero el significado que se nos representa en la mente, al margen de una cinta negra entrelazada puede ser luto, muerte, duelo etc.
Esta especial complejidad nos advierte que la comunicación entre dos personas se desenvuelve entre un intricado sistema de interpretaciones sumado a las expresiones, modismos, gestualidades y hasta silencios... por esta razón Michael de Montaigne decía "La palabra es mitad de quien la pronuncia, mitad de quien la escucha".
Para cada palabra positiva hay una negativa, para cada afirmación existe una negación, toda palabra dicha despierta una idea contraria.
Poseen un especial poder, pueden ser afiladas como una espada hiriendo de muerte como pueden ser un bálsamo para el espíritu curando cualquier dolencia.
Podemos acariciar como golpear.
Pueden hacer reír y causar felicidad o de lo contrario, causar tanto dolor como para hacer llorar.
Sirven para dar luz y también para ocultar... Sirven para explicar el mundo y darnos la seguridad que nos produce el miedo a lo desconocido, pero también nos hacen dudar y nos impelen a buscar nuevas respuestas.
Son espejos que reflejan el alma de las personas. Son caretas que ocultan las más viles intenciones.
José Saramago nos advierte "Hay palabras que se retraen, que se niegan, porque tienen demasiado significado para nuestros oídos cansados de palabras banas".
Conveniente es quizás, de vez en cuando, retirarse a un lugar sagrado, alejado del mundo, del ruido, del palabrerío... Encontrarse entre el cielo y la tierra, al margen de un río de montaña, que fluya como ese tiempo que no tiene apuro y respirar ese instante eterno.
Y allí el silencio del universo nos hablará, no con palabras, sino con la magia inconmensurable de la vida.

Solamente allí comprenderemos que las palabras son sólo la configuración acústica de las ideas, una chispa singular y ocurrente de nuestros pensamientos.

(c)JOSÉ DE GUARDIA DE PONTÉ, poeta y escritor argentino
EMBAJADOR CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA EN SALTA  

1 comentario:

  1. Interesantísimo desarrollo del análisis de las palabras, tan emparentadas con el significado que el autor le quiere proponer al lector.Arma potente de sentimientos ,estados de ánimo, interpelaciones y única posibilidad de expresar amor, desprecio, desencanto, confraternidad, odio......!!!!!

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